Hola luna... que rico que llegas hoy... si, especialmente hoy... en que la frialdad no abandona mi vida... hoy, que siguen comportándose conmigo como un gélido témpano...
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Luna... hoy, te voy a ver desde mi cama... y admiraré tu belleza... tu brillantez... tu luminosidad... te veré llena... fastuosa... hermosa... igual que ella...
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Solo espero que tú... no te portes fría conmigo... y cuando menos, me regales un poquito de toda tu hermosura...
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Luna... tú monocromía no necesita de color alguno para resaltar, en un cielo tan negro, como la depresión misma...
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Luna... luna llena... hoy te veo... y no lo haré más, sino hasta dentro de 28 días... en que nuevamente mostrarás todo lo magnifica que puedes ser... cuando no existe nada que se interponga entre nosotros... y refleje sus sombras en ti...
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Luna... todavía no te vas... y ya te estoy extrañando...
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